lunes, 7 de abril de 2008

MODELOS DE COMUNICACIÓN




Jueves 18 de octubre de 2007, 6:04 a.m.
Asignatura: Introducción a la Ciencia de la Comunicación
Didáctica: Seminario de investigación alemán

Un Acercamiento a los Modelos de Comunicación...
Una modelación es una simulación que busca comprender la realidad o incluso proponerla. Construir modelos le permite al hombre, en última instancia, acercarse a la comprensión de su mundo y su realidad.
Para esquematizar se construyen mapas mentales, representaciones gráficas, dibujos, trazos que dibujan un territorio de conceptos que puede ser aprehendido y aprendido; es un resumen que recoge, agrupa y organiza. Visualizar es representar mediante imágenes ópticas fenómenos de otro carácter, es formar en la mente una imagen visual de un concepto abstracto; es transformar datos y fenómenos de la realidad en mensajes visibles.

Un Acercamiento a la Comunicación...
Gerbner plantea la comunicación como “interacción SOCIAL por medio de MENSAJES”, la cual se puede comprender desde la escuela centrada en el proceso que la entiende como una simple transmisión de mensajes, o desde la escuela que propone entenderla como “PRODUCCIÓN e INTERCAMBIO de sentido”, postulado este más acertado con la profesión de un comunicador.

MODELOS DE COMUNICACIÓN
Los modelos de comunicación tienen como objetivo explicar la realidad de las interacciones comunicacionales, es una preocupación por la interacción y construcción de sentido entre dos o más sujetos y al mismo tiempo es una propuesta de cómo debe ser esa interacción (un ideal de comunicación). Es por ello que un comunicador elige un modelo de acuerdo con las necesidades que se tienen en comunicación: pues con este propone y delimita la realidad.

Clasificación de los Modelos de Comunicación:
De acuerdo con sus características básicas y con la función que cumplen, los modelo se pueden dividir en varios grupos:
1. Modelos Básicos: desde los cuales se ha desarrollado el proceso de modelación de la ciencia de la comunicación; los modelos como tal se consolidaron después de la segunda guerra mundial, al ser reconocidos los primeros logros de la investigación en comunicación de masas; algunos de los modelos más importantes son:
Modelo de La Aguja Hipodérmica: modelo conductista centrado en el estudio de la persuasión, que se consolidó en los años 30. Esta teoría coincide con los peligros de las dos guerras mundiales, así como la difusión de masas a gran escala y las primeras reacciones generadas por esta. También podría describirse como una teoría de y sobre la propaganda.
Ésta se centra en la “inyección” en una sola vía de información, pues apenas hiere levemente la piel, deja mínimas marcas de intromisión que generan cambios en el funcionamiento del sistema receptor, cambios que se supone son previstos por el receptor.
Modelo de Laswell: modelo sociológico de la comunicación de masas que sobrevalora la influencia de las técnicas aplicadas por un emisor activo sobre un público pasivo; dice que el acto de comunicación se estudia partiendo de unas preguntas que se presentan en dicho proceso: ¿Quién? ¿Dice qué? ¿Por qué canal? ¿A quién? ¿Con qué efecto?.
Modelo de Shannon y Weaver: modelo mecanicista o matemático que se centra en estudiar la cuantificación del ruido o interferencia en la comunicación. “Este modelo no busca explicar los procesos de la comunicación humana; por lo menos no en sus aspectos psicológicos. Es más conocido como un modelo básico de las telecomunicaciones. Aún así marcó uno de los puntos de partida para la investigación y el desarrollo de la comunicación humana”.[1]
FUENTE¾mensaje ®TRANSMISOR ¾señal ®CANAL¾señal ®RECEPTOR ¾mensaje® DESTINO ­ FUENTE DE RUIDO
Modelo de De Fleur: parte del modelo de Shannon y Weaver, pero dice que este proceso no es lineal sino circular, en el cual existe un Feed Back o retroalimentación a la fuente.
Modelo de Jean Cutiere: plantea la posibilidad de que tanto el emisor como el receptor juegan dos papeles, por lo cual se deberían de llamar EMIREC (pues en ciertos momentos son emisores y en otros receptores)
Modelo de Berlo: plantea un modelo de comunicación que busca explicar las relaciones entre procesos de comunicación, aprendizaje y comportamiento. Este modelo expresa cómo la fuente de comunicación determina la forma en que se propone afectar al receptor, y luego codifica un mensaje con la finalidad de producir en el receptor la respuesta esperada.

Modelo Operativo Sociológico de Riley y Riley: para estos esposos el sistema de comunicación influye en la sociedad y es influido por ella; donde la comunicación se concibe como un proceso social que ocurre entre personas; las personas pertenecen a grupos primarios que forman parte de estructuras sociales mayores que conforman, a su vez, el sistema social global.
Modelo de Ruesh y Bateson: esta propuesta considera cuatro niveles de comunicación: comunicación intrapersonal, interpersonal, grupal y cultural. Explica las relaciones entre dos o más personas considerando sus factores personales planteamiento que está encaminado, básicamente a explicar cómo las anormalidades de conducta pueden considerarse disturbios en la comunicación.

Modelo Sociológico de Pascuali: plantea la relación entre información, comunicación y conocimiento, según la cual todo una relación comunicacional es “aquella que produce y supone una interacción biúnivoca del tipo de saber, el cual solamente es posible cuando entre los dos polos de la estructura relacional Emisor- Receptor funciona una ley de bivalencia. Todo trasmisor puede ser receptor; todo receptor puede ser trasmisor”. Este autor propone diferenciar la información de la comunicación, pues por información se entendería como la “relación que se establece entre polos con bajos niveles de comunicabilidad”, la comunicabilidad, entonces, está dada por la posibilidad de retorno.

Modelo de Osgood y Schramm: estos autores expresan que no puede comprenderse la comunicación como si comenzara en un lugar y terminara en otro. Esta proposición llevó a comprender la comunicación como un proceso no lineal.
Codificador
Intérprete
Decodificador

Decodificador
Intérprete
Codificador

mensaje

mensaje






Modelo de Schramm: Este modelo buscaba explicaciones opuestas a la línea de la aguja hipodérmica; pues los individuos se encuentran dentro de la audiencia a través de su pertenencia a grupos primarios y secundario, por lo cual no es posible predecir el efecto de la comunicación en el público preceptor como colectividad, pero sí puede predecirse el efecto en los individuos, pues las organizaciones han perfeccionado el proceso de emisión de información para grupos, teniendo en cuenta aspectos como la interacción del mensaje con el individuo, la situación específica, la personalidad y finalmente el grupo.

Modelo de la Espiral de Dance: Este investigador confrontó los modelos circulares y lineales, pues aunque se inclina hacia las bondades del circular, encuentra erróneo el hecho de que en este último la comunicación regrese al mismo punto en el cual comenzó. Se trata de una mirada dinámica en al cual la comunicación en vez de regresar al mismo lugar, recibe múltiples realimentaciones de las partes, a la vez que el mismo proceso de comunicación crece y se fortalece.

Punto de partida
Va creciendo y fortaleciéndose.



Modelo ABX de Newcomb: plantea la relación de dos personas y su actitud frente a un objeto externo. El punto de partida se encuentra en la estima o menosprecio mutuo entre dichas personas y con respecto al tercer objeto.
Las discrepancias estimulan la comunicación y buscan el “equilibrio” (estado normal) en un sistema de relaciones. La comunicación sólo se activaría como:
1- Atracción entre dos personas
2- El objeto (X) es importante al menos para uno de los dos individuos (A - B)
3- El objeto es importante para los dos individuos

X


A B
Modelo de la Espiral del Silencio: la opinión de un sujeto es, en buena medida, el resultado de la opinión de otras personas que la rodean o de la opinión generalizada o de lo que esta persona cree que opinan los demás, de esta forma se genera una intersección entre la comunicación colectiva, la comunicación interpersonal y la auto-percepción que un sujeto tiene de sus opiniones. (aunque la gente vea claramente que algo no es correcto se mantendrá callada si la opinión pública, el consenso sobre los que constituye un buen gusto y la opinión moralmente correcta, se manifiesta en contra
[1] SÁNCHEZ ZULUAGA, Uriel. Modelos y Esquemas de Comunicación, algunos acercamientos. Sello Editorial Universidad de Medellín. Colombia. 2007. Pág. 67.
Más información: rincondelvago.com

AXIOMAS DE COMUNICACIÓN



Tomado del libro Comunicación Corporativa y Revolución de los Servicios. Joan COSTA. Madrid, Ediciones de las Ciencias Sociales, 1995. 298 p.

1. Lo más importante de la comunicación es el receptor, no el emisor. El receptor es quien determina la forma, el contenido, el lenguaje, las imágenes, los repertorios, los códigos y los medios.

2. La comunicación cuesta. Se puede observar la existencia de un costo generalizado para el receptor, que es radicalmente diferente al costo para el emisor. El receptor tiene un costo psicológico: de acceso a la información (dificultad o facilidad), temporal (duración), energético (esfuerzo), atencional (dificultad de percepción) e intelectual (dificultad de comprensión).

Este “costo sicológico” debe ser compensado con la utilidad de la información y la propia acción comunicativa.

3. La comunicación como proceso dinámico contiene los principios de la retroacción. La sustancia del proceso comunicacional es la información en retorno, o feed back, que es una interacción con capacidad para modificar las conductas de ambos comunicantes.

Contiene asimismo las leyes de la Sistémica (el hombre es un sistema múltiple: procesador de información, actor, integrante de un sistema mayor; la sociedad es un sistema y la empresa es otro sistema).

Incluye el valor de la información como mensaje, significado o contenido útil de la comunicación.

Comprende a su vez las enseñanzas de la Pragmática, la parte de la semiótica que estudia la formación del significado en los individuos (la interpretación) y sobre todo, las reacciones ligadas a tales significados.

Este conjunto de doctrinas contenidas en la comunicación se oponen frontalmente a la doctrina conductista, motivacionista, y a las doctrinas reduccionistas en general, que consideran al individuo exclusivamente en su faceta reactiva o mecanicista, y que ha sido uno de los postulados esenciales de la propaganda y la publicidad.

4. La comunicación es, por tanto, una dialéctica. Debemos comprender al receptor no como simple receptor pasivo ni como exclusivamente receptor. El emisor es también receptor y el primero es también emisor.

La relación entre ambos no es lineal como lo presenta el esquema clásico de Shannon –salvo en la comunicación dogmática e imperativa: dar órdenes-, sino que es una relación circular equilibrada conforme a la matriz de la comunicación humana.

La comunicación corporativa no es lineal, sino circular, porque se basa en establecer y continuar relaciones de continuidad.

5. Hay una comunicación interpersonal que es el paradigma fundamental, y una comunicación de difusión, que es unilateral. Hay una comunicación próxima y una comunicación lejana o distante. Una comunicación cálida y carismática y una comunicación fría y funcional.

Una comunicación semántica y una comunicación estética. Una comunicación instantánea y una comunicación diferida. Una comunicación voluntaria y una comunicación involuntaria o inconsciente.

He aquí los caracteres generales de la comunicación entre los que ésta oscila.

6. Hay dos modos, y sólo dos, por los que la comunicación se manifiesta y se realiza: por medio de mensajes y por medio de actos. Estos modos son indisociables y forman juntos la comunicación.

Las empresas privilegian los mensajes porque quieren influir sobre las conductas de los consumidores; pero no siempre se dan cuenta de que los actos también comunican.

El taylorismo, al descomponer los actos de producción en la cadena de montaje, desarticuló la comunicación. Ahora, la cultura corporativa tiene como uno de sus objetivos principales, restituir la comunicación para recuperar el sentido unitario, pleno y entero de la empresa.

Ser congruente con los mensajes y con los actos implica en sí mismo una ética de las organizaciones. Es la voluntad de consistencia entre el decir y el hacer.

7. La administración de las empresas, la producción, la tecnología, la comercialización, etc., todas ellas son acciones, actos, actuaciones. Y podemos imaginarlas situadas en un gráfico de barras verticales una al lado de la otra. La comunicación es transversal: atraviesa todas esas barras al mismo tiempo que las interrelaciona.

8. La comunicación abarca dos magnitudes: física y psicológica. La primera son los canales y los medios por los que circula la información. La segunda son los mensajes y los actos que contienen y transmiten información. Canales, medios, mensajes y actos, pueden ser humanos y/o técnicos.

La intención del emisor de comunicar una determinada información, no siempre es expresada con exactitud. La comprensión del receptor de esta comunicación no siempre corresponde exactamente a la intención de quien la emite. La comunicación nunca funciona en estado puro.

Hay una coeficiente de acceso del mensaje que está determinado por las desviaciones mencionadas, más las interferencias del contexto sobre el mensaje, más los filtros psicológicos del receptor: prejuicios, desinterés, etc.

9. Los mensajes han de ser correctamente establecidos por el emisor y percibidos (comprendidos) por el receptor. Los mensajes no son objetivos ni subjetivos: son intersubjetivos, y esta intersubjetividad intrínseca remite al responsable de la comunicación corporativa al primer axioma de este decálogo.

10. La comunicación no es sólo un proceso de influencias, a veces de poder, otras persuasivo, otras informativo. La comunicación tiene una función general –y podríamos decir, residual- de autodidaxia, o sea, de cultura. Los individuos no sólo aprenden de la comunicación escolar, libresca o normativa. También aprenden de las cosas cotidianas y prácticas, a través de la comunicación publicitaria, de los media, de la información y de las relaciones con los demás, con las empresas y con los servicios.

He aquí lo que podemos llamar, en síntesis, la cultura de la cotidianidad: el valor autodidáctico de la comunicación funcional.